Sunday, November 11, 2007

Titulo en construcción - Capítulo II

Slusando: Godspeed You! Black Emperor! - Static
Leyendo: Cien Años de Soledad
Jugando: Demo de Guitar Hero III, Chrono Trigger

Si, así es. Ya me agarró bien cabron esto.



II


Ignacio ya llevaba -para el quinto semestre- el record de haber roto en su vida 23 corazones. Él no sabía cuantos habian sido, y nunca se lo preguntó. Ignacio fue de esos niños que desde el kinder llegaban a casa a avisar -sin la mínima noción- que ya tenian novia. Ignacio, no sabe en verdad cuándo fue el momento exacto en que el amor lo penetró en el corazón como un hirviente témpano de hielo, de hecho, no sabía exactamente si eso ya le había sucedido. Él siempre habria de recordar cuando Rufino le platicó un día despues de los eventos sucedidos en la sala de cine, todo lo que pasó con Meme y el incidente de Lucía y Amanda. Rufino no se disponía a platicarle a nadie lo sucedido con Meme. En esos momentos su mente trabajaba a todo lo que podia pensando en qué haría al ver entrar a Meme en el salón de clases. Cuando Rufino, Meme, Lucía y Amanda salieron del cine, las escuinclillas, emocionadisimas por la película, comentaban los sucesos de esta. <<¿Apoco no estuvo buenísimaaaa?>> dijo Lucía. Todos, menos Rufino, comentaban sobre la película. -Oye, ¿Apoco a ti no te dio miedo? -Preguntó Amanda a Rufino-. <<¿Miedo?>> Respondió, tratando de recordar bien de qué se trataba la película. -No, la verdad no estuvo para tanto -Dijo, dibujando su mejor sonrisa-. El adolescente dejó de poner atención a la película cuando su mano se encontró con la de Meme, encontrando ese vacío que desde sus primeros recuerdos de su vida; cuando su mamá lo regañó por comerse el engrudo que usaba para pegar unos animalitos acartonados en su cuadernito rojo de las tareas para el pre-escolar, dicho vacío yacía sobre malesa y todo tipo de cosas que distraen a uno del amor. Despues de parlotear un rato fuera del cine, los 4 adolescentes fueron a tomar un taxi a la avenida. Amanda y Meme fueron las primeras en tomar el taxi, compartiendolo por que Amanda vivía a unas cuadras de donde Meme. Lucía y Rufino quedaron platicando un rato en la banqueta de la avenida, cuando hizo su llegada el segundo taxi vacío.
-Bueno, -Dijo Lucía- Nos vemos mañana, que no se te olvide llevar la cartulina por que si no te mato, ¿ehhh?-
-Ok, no te preocupes -Contestó- ahorita la paso a comprar-. En el aire quedó ese perfume de Maracuyá con el que Lucía se intoxicaba todos los días en un ritual de cosméticos y brevajes extraños. Rufino no se fue en taxi, como las 3 chicas pensaban. Regresó a la escalinata del cine, tomó asiento en los primeros escalones junto al barandal, sacó su teléfono celular y marcó a su madre, quien lo amenazó horas antes, bajo las ordenes de su padre, que le hablara para ir a recogerlo. A los 15 minutos llegó una brillante y blanca camioneta al lugar, conducida por una mujer madura con lentes oscuros de buen ver, que al reconocer a Rufino, hizo sonar el claxon 3 veces.
Al día siguiente, Rufino -como casi siempre- llegó cuando apenas el velador terminaba su turno haciendo su labor de abrir el gran portón de la escuela. Salió de la camioneta con la bendición y el beso de su madre y caminó por el patio de su escuela. Aún oscuro, por el reciente cambio de horario, sintió ese viejo escalofrio al ver la escuela tan callada y sola. Entró al salón, tomó asiento en su banca, sacó su discman y se dispuso a escuchar un disco de su hermana de Soda Estereo. Pasaron 3 ó 4 canciones cuando la gente comenzó a llegar. Joel llegó despues de Rufino, al que saludó de rutina con un -Qué pedo wey-. Rufino vio a Joel cargando un rollo de cartulina blanca, y recordó el olor a Maracuyá, levantandose de su banca bruscamente.
-La puta mierda, -Exclamó- se me olvidó la cartulina-. Joel había pedido, por motivos desconocidos y que en ese momento le valian madres a Rufino, dos pliegos de cartulina y se dispuso a ayudar a su amigo a cambio de que en el recreo le invitara una torta. En seguida empezó a llegar más gente a la escuela. Sabás ese día no fue a clases por que olvidó poner su despertador en la hora correcta el domingo por el cambio de horario. Ignacio llegó y saludó a Amanda en la puerta, despues de platicar con Amanda de la fiesta del viernes que tuvo lugar en la casa de Lucía se dirigió a Joel para saludarlo, que estaba junto con Miguel y Jimena copiando la tarea de geometría. Al último fue con Joel, que estaba solo, escuchando su Discman y dibujando en su cuaderno de reboltijos.
-Que pedo men, -Saludó el recien llegado- ¿Cómo te fue?-
-Bien, -le respondió- aunque hubo ahi un pequeño inconveniente, pero no estuvo mal-
Rufino invitó a Ignacio a ir a las gradas de concreto del patio, con el fin de platicar bien todo lo sucedido. Despues de contarle todo lo que pasó en el cine a Ignacio, este nunca pudo olvidar cuando Rufino le dijo lo que sintió cuando la fria y huesuda mano de Meme emanó calor y sudor junto con la de Rufino. Aunque no pareciera expresarlo en su exterior, Ignacio se preguntaba por qué él jamás en su vida de rompecorazones había sentido esa sensación que describia Rufino con tanta emoción. Ignacio no cambió mucho despues de eso, pues sin exito, no encontraba a esa mujer que llegara a destazar su pecho para sacar su corazón y enseñarle ese lugarcito que tanto buscaba desde que Rufino le platicó su anécdota. En el recreo, Rufino le cumplio la promesa a Joel al comprarle su torta de huevo con chorizo en la cooperativa de la escuela. Despues de estar todos en bola, Rufino y Meme dejaron de seguir al grupo de su constante movimiento por toda el patio y se quedaron sentados en una banca. La pareja de asolescentes platicaban muy a gusto. En una de esas, el adolescente logró romper el hielo al decirle que le gustaban mucho sus manos. Meme le respondió, sonrojada pero con la verdad, diciendole que cómo le podian gustar manos tan feas. Siguieron platicando más, cuando Meme le preguntó que si ya había besado con anterioridad. Rufino dijo que si, mintiendole, pero que no era muy experto en eso. Ahi fue cuando una mirada y dos rostros demaciado cerca hicieron contacto. El primer beso de Rufino y Meme fue simple y rápido.
-Te quiero, -Le dijo a Meme, con la garganta inchada y apresurada por tragar un poco de saliva- ¿Quieres ser mi novia?.
-Ok -Le respondió, con una sonrisa-
La nueva pareja de novios se besaron por segunda vez y se tomaron de la mano. La mano de Rufino volvió a disfrutar ese baño de sudor que tanto habia deseado el día anterior mientras viajaba a casa en la gran camioneta despues del cine. El recreo terminó y regresaron de nuevo al salón de clases, donde Ignacio veía a la nueva pareja con un sentimiento extraño, como de necesidad de algo que no conocia. Nunca supo qué fue hasta años más tarde, en unas vacaciones que habria de realizar con su familia.



Luego que termine el III se los pego.

Later.

1 comment:

J. HC. said...

Yayayayayaya, apúrate >:0
¿Se ilustra o nay? >:0

(?)

***