Leyendo: Cien Años de Soledad
Jugando: Demo de Guitar Hero III, Chrono Trigger
Pues, ya habia hecho un cuentito todo lol hace tiempo, prometí que iba a hacer más en ese entonces y no sé que. Si, yo digo muchas cosas, pero bueno ayer soñé algo que me inspiró a escribir, no sé que será al final esto (Novela o cuento) pero pues espero les guste. El titulo está en construcción todavía, apenas escribí este primer capitulo hoy.
Título en construcción
Pues eso, despues les pego el segundo capítulo.
Later.
El frio invierno empezaba a crear una espesa niebla invadiendo las resbalosas calles de Orizaba, cuando Sabás caminaba -todavía modorro y con lagañas- a la escuela. El frio aquel, parecia brotar desde el interior de los huesos, entumiendo hasta el dedo más pequeño del pie, y a pesar de eso, Sabás tenia sus guantes de estambre color vino humedos por el sudor de sus manos. Caminaba taciturno, escuchando su Discman que hace unos días habia comprado con 4 semanas de sacrificio guardando el dinero que sus padres le daban cada ocho días, con el fin de que no pasara hambre en la escuela. Caminaba con la mente repasando palabras o sucesos aleatoriamente y repitiendo cosas sin sentido mientras sus dientes tiritaban en un compas que acompañaba el estrepitoso ritmo de las percusiones emanadas por sus audifonos. Como casi todos los días, se encontró con Rubén en la parada de autobuses. -Quiubole -saludó Rubén-, atropellando una flema en su garganta. Sabás, sin escuchar lo que había parloteado Rubén, alzó la mano perezosamente a la altura de su cuello, -qué pedo -murumuró en voz baja escuchando solo un sonido sordo que provenia de su interior-.
El recordatorio que para siempre estaria marcado en su mente en ocasiones como la anterior, lo remontó a aquellos tiempos cuando tenía cumplidos los 14 años, cuando en una ocación Sabás y sus amigos de la secundaria decidieron ir a la ciudad de México a un concierto. En el camión Sabás le pidió prestado a Rufino -su mejor amigo- el Discman nuevo que le regalaron en Navidad. Siendo ese aparato la gran cagada en todas partes, Sabás aprovechó la ocasión y se hundió en un mundo donde su guía turistico de su propia mente era la música. Despues de imaginar y relacionar todo el ruido que su guía le metía, llegó un olor fétido que viajó del baño del camión a las fosas nasales de Sabás, interrumpiendo a su guía mental que pregonaba sin cesár en un volumen alto.
-No mamen, huele de la chingada -gritó-. Sus amigos explotaban de risa mientras Sabás no sabía que pasaba.
-¿Que, -preguntó Sabás, gritando nuevamente- de qué se rien pendejos?.
-Bajale a esa mamada pinche Sabás -Dijo Joel, retirandole de un tirón el chicharo izquierdo desde el asiento de atras, con vocesita risueña- te vas a quedar sordo.
-Cabron -contestó Sabás- No estes Chingando. Del baño salió un gringo de baja estatura, que sin saber de qué se reian los cuatro adolescentes se paseó por el diminuto pasillo para llegar a su fila y tomar asiento nuevamente. Al poco tiempo el gringo volvió a pararse, muy alarmado, apartando a una señora que se habia dispuesto ir al baño antes que el y azotando la puertita plástica de la cabina fétida. Fue entonces cuando Sabás no aguantó la risa y se unió a sus compañeros.
Sabás y Rubén esperaron unos cinco minutos para tomar la ruta 88 la cual los llevaría a la calle Los Granados, donde caminarian unos 20 metros más para llegar a la Preparatoria. El camión estaba atiborrado de gente, asi que tuviron que ir de pie. Los dos jóvenes llegaron a tiempo y se reunieron con los viejos amigos. Rufino ya no llevaba su viejo Discman desde tercer semestre, ahora llevaba un aparato que sus padres le habian traido del gabacho, el cual presumia almacenar hasta 1000 canciones. Pero a Sabás eso no lo cohibia, él seguía orgulloso con su Discman que a diferencia del viejo discman de Rufino, éste podía reproducir discos en un formato llamado mp3, eso para el ya era ganancia. A diferencia de Sabás, estaba Fernando, que deseaba desde lo más profundo de su ser ese aparato tan estético y atractivo que poseia Rufino, tanto que se sentia ofendido por no poder tener uno de esos en su mano. Fernando era nuevo, apenas sabia las mañas del grupo de amigos. A Fernando lo conocian desde el cuarto semestre, cuando eran cinco amigos, Rufino, Joel, Ignacio, Fernando y Sabás. Para al cuarto semestre Joel se fue de la ciudad, mudandose a Monterrey, dejando el grupo de amigos que habría de formar desde la secundaria.
Podria decirse que Rufino era el más influyente del grupo, teniendo como mejor amigo a Sabás y de ahi se desprende Ignacio y Fernando. Ignacio era el tipo que traia a las mujeres como se le antojaba, ese tipo que ya eso del amor y la ilusión de tener a una amada le iba y venia sin rosar. Fernando, era un programador nato, a esa edad ya sabía hacer muchas cosas con la computadora, pero de las cuales, ninguna tuvo en ese entonces importancia o sentido, si no que todo lo que le gustaba hacer era por entretenimiento. Fernando no era muy social, pero a pesar de eso, el tenia en esos momentos a Diana, su novia que tenia desde principios de preparatoria, solo que Diana era de otro colegio y los demas parias casi no se encontraban con ella. Rufino es, como quizas se han dado cuenta, el cagavaro del grupo de amigos. A diferencia de otros ricos, a el no le interesaba presumir. Si lo hacía era sólo con amigos, pero nunca fue una persona pedante. Rufino era, como Sabás, poco exitoso en el amor, pero si los diferenciamos, podemos decir que Sabás jamas habia tenido una novia en su vida, de hecho, Sabás casi nunca convivia con mujeres. Rufino ya tenia experiencia, poca, pero tenía.
En secundaria, Rufino fue atraido por Meme, una adolescente que venia de Coahuila, que para Sabás no era bonita. Rufino, acesorado por ignacio, logró invitarla al cine. Para desgracia de rufino, ese día, cuando el estaba decidido a declararle su amor, no sólo llegó Meme al cine, sino que llevó con ella a dos de sus amigas. <<¡Hola!>> Rufino saludó a las muchachas. <<¿Qué película se te antoja?>> le preguntó a Meme, la cual no alcanzó a responder cuando Lucía, la más fresa del salón -hasta finales de preparatoria-, disparó -¡Hey, hay que ver la de El Aro! -Gritó a los tres adolescentes- Se ve que si está bien de miedo. Meme asintió con la cabeza y fueron por los boletos, mientras un falso Rufino expresaba una sonrisa de felicidad, que en verdad era un Rufino con el hígado emanando chorros y chorros de bilis. En la sala, cuando la película comenzó y los espectadores empezaban a saltar de los sustos de la película, Meme, que se encontraba sentada junto a Rufino, empezó a pegarsele más y más conforme la película avanzaba. Así fue como Rufino por primera vez se tomó de la mano de una mujer, a la cual deseaba con toda su alma. Extasiado, y con la mano que tenía agarrada a la de Meme sudando, no suspiró ni titubeo con ningun sobresalto de la película, mientras que Meme, quizás aprovechando, se le pegaba más y más, al punto en que se quedó recostada en el hombro de Rufino. Terminando la función los dos se soltaron, y salieron como habian entrado, aunque ahora Rufino agradecía a Lucía por haber ido a obligarlos a ver esa película. En la escuela fue cuando por primera vez se besaron, como todos unos novatos, pero así fue como Rufino tuvo su primera novia.
El recordatorio que para siempre estaria marcado en su mente en ocasiones como la anterior, lo remontó a aquellos tiempos cuando tenía cumplidos los 14 años, cuando en una ocación Sabás y sus amigos de la secundaria decidieron ir a la ciudad de México a un concierto. En el camión Sabás le pidió prestado a Rufino -su mejor amigo- el Discman nuevo que le regalaron en Navidad. Siendo ese aparato la gran cagada en todas partes, Sabás aprovechó la ocasión y se hundió en un mundo donde su guía turistico de su propia mente era la música. Despues de imaginar y relacionar todo el ruido que su guía le metía, llegó un olor fétido que viajó del baño del camión a las fosas nasales de Sabás, interrumpiendo a su guía mental que pregonaba sin cesár en un volumen alto.
-No mamen, huele de la chingada -gritó-. Sus amigos explotaban de risa mientras Sabás no sabía que pasaba.
-¿Que, -preguntó Sabás, gritando nuevamente- de qué se rien pendejos?.
-Bajale a esa mamada pinche Sabás -Dijo Joel, retirandole de un tirón el chicharo izquierdo desde el asiento de atras, con vocesita risueña- te vas a quedar sordo.
-Cabron -contestó Sabás- No estes Chingando. Del baño salió un gringo de baja estatura, que sin saber de qué se reian los cuatro adolescentes se paseó por el diminuto pasillo para llegar a su fila y tomar asiento nuevamente. Al poco tiempo el gringo volvió a pararse, muy alarmado, apartando a una señora que se habia dispuesto ir al baño antes que el y azotando la puertita plástica de la cabina fétida. Fue entonces cuando Sabás no aguantó la risa y se unió a sus compañeros.
Sabás y Rubén esperaron unos cinco minutos para tomar la ruta 88 la cual los llevaría a la calle Los Granados, donde caminarian unos 20 metros más para llegar a la Preparatoria. El camión estaba atiborrado de gente, asi que tuviron que ir de pie. Los dos jóvenes llegaron a tiempo y se reunieron con los viejos amigos. Rufino ya no llevaba su viejo Discman desde tercer semestre, ahora llevaba un aparato que sus padres le habian traido del gabacho, el cual presumia almacenar hasta 1000 canciones. Pero a Sabás eso no lo cohibia, él seguía orgulloso con su Discman que a diferencia del viejo discman de Rufino, éste podía reproducir discos en un formato llamado mp3, eso para el ya era ganancia. A diferencia de Sabás, estaba Fernando, que deseaba desde lo más profundo de su ser ese aparato tan estético y atractivo que poseia Rufino, tanto que se sentia ofendido por no poder tener uno de esos en su mano. Fernando era nuevo, apenas sabia las mañas del grupo de amigos. A Fernando lo conocian desde el cuarto semestre, cuando eran cinco amigos, Rufino, Joel, Ignacio, Fernando y Sabás. Para al cuarto semestre Joel se fue de la ciudad, mudandose a Monterrey, dejando el grupo de amigos que habría de formar desde la secundaria.
Podria decirse que Rufino era el más influyente del grupo, teniendo como mejor amigo a Sabás y de ahi se desprende Ignacio y Fernando. Ignacio era el tipo que traia a las mujeres como se le antojaba, ese tipo que ya eso del amor y la ilusión de tener a una amada le iba y venia sin rosar. Fernando, era un programador nato, a esa edad ya sabía hacer muchas cosas con la computadora, pero de las cuales, ninguna tuvo en ese entonces importancia o sentido, si no que todo lo que le gustaba hacer era por entretenimiento. Fernando no era muy social, pero a pesar de eso, el tenia en esos momentos a Diana, su novia que tenia desde principios de preparatoria, solo que Diana era de otro colegio y los demas parias casi no se encontraban con ella. Rufino es, como quizas se han dado cuenta, el cagavaro del grupo de amigos. A diferencia de otros ricos, a el no le interesaba presumir. Si lo hacía era sólo con amigos, pero nunca fue una persona pedante. Rufino era, como Sabás, poco exitoso en el amor, pero si los diferenciamos, podemos decir que Sabás jamas habia tenido una novia en su vida, de hecho, Sabás casi nunca convivia con mujeres. Rufino ya tenia experiencia, poca, pero tenía.
En secundaria, Rufino fue atraido por Meme, una adolescente que venia de Coahuila, que para Sabás no era bonita. Rufino, acesorado por ignacio, logró invitarla al cine. Para desgracia de rufino, ese día, cuando el estaba decidido a declararle su amor, no sólo llegó Meme al cine, sino que llevó con ella a dos de sus amigas. <<¡Hola!>> Rufino saludó a las muchachas. <<¿Qué película se te antoja?>> le preguntó a Meme, la cual no alcanzó a responder cuando Lucía, la más fresa del salón -hasta finales de preparatoria-, disparó -¡Hey, hay que ver la de El Aro! -Gritó a los tres adolescentes- Se ve que si está bien de miedo. Meme asintió con la cabeza y fueron por los boletos, mientras un falso Rufino expresaba una sonrisa de felicidad, que en verdad era un Rufino con el hígado emanando chorros y chorros de bilis. En la sala, cuando la película comenzó y los espectadores empezaban a saltar de los sustos de la película, Meme, que se encontraba sentada junto a Rufino, empezó a pegarsele más y más conforme la película avanzaba. Así fue como Rufino por primera vez se tomó de la mano de una mujer, a la cual deseaba con toda su alma. Extasiado, y con la mano que tenía agarrada a la de Meme sudando, no suspiró ni titubeo con ningun sobresalto de la película, mientras que Meme, quizás aprovechando, se le pegaba más y más, al punto en que se quedó recostada en el hombro de Rufino. Terminando la función los dos se soltaron, y salieron como habian entrado, aunque ahora Rufino agradecía a Lucía por haber ido a obligarlos a ver esa película. En la escuela fue cuando por primera vez se besaron, como todos unos novatos, pero así fue como Rufino tuvo su primera novia.
Pues eso, despues les pego el segundo capítulo.
Later.
2 comments:
Cool, lo apruebo >:0
Si me aburro, lo ilustro en una de esas (?).
***
Aprovechamiento al máximo de los blogs.
No hay como la palabra escrita, ya quiero leer el segundo >:0!!
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